miércoles, 25 de marzo de 2020

Zwift con un rodillo convencional

Usar Zwift con el rodillo es una de las formas más divertidas que uno puede tener para entrenar los días en los que las circunstancias externas no acompañan.

La aplicación ofrece una variedad suficiente de rutinas, planes de entrenamientos, quedadas... como para pasar horas y horas pedaleando de forma que ese aburrido tiempo en lo alto del rodillo se pase de la forma más amena posible.

En otros artículos dedicamos entradas a las distintas funcionalidades de la plataforma, pero hoy vamos a abordar una de las preguntas que nos surgen de forma más habitual cuando nos acercamos por primera vez a su uso.

Si posees un rodillo tipo Smart el funcionamiento es muy simple ya que todo el proceso es guiado y sólo tienes que encargarte de conectar los sensores y pedalear.

La duda más importante surge con la siguiente cuestión:

Tengo un rodillo convencional, ¿puedo usar Zwift con él?

La buena noticia es que sí, con algunas condiciones que ahora veremos, pero sí.

Os voy a explicar los pasos a seguir para sacar el máximo rendimiento del mismo pero antes os voy a explicar un poco de teoría (tranquilos, sólo la justa) para que saquéis el máximo partido a vuestras sesiones.

Todos los rodillos convencionales tienen una curva de potencia. Esto es, la relación entre la velocidad y la potencia ejercida. Es muy importante indicar que esa potencia está referida a la velocidad que alcanzamos con una resistencia colocada de forma fija en nuestro rodillo (muy importante este concepto para entenderlo todo).

Calma, todo es más fácil, no hace falta dominar estos conceptos para disfrutar, sólo es para ayudar a comprenderlo todo.

Para visualizar ideas os pongo la gráfica de la relación entre potencia (en watios) y velocidad (en km/h) de uno de los rodillos más comunes, el Elite Novo Force





En el eje horizontal podéis la velocidad, en el eje vertical a la izquierda la potencia que es necesaria aplicar para alcanzar esa velocidad y cada una de las líneas se corresponde con las 8 resistencias que se pueden configurar en nuestro rodillo.

Este ejemplo es específico, para el rodillo que indico pero el principio funciona para el resto de rodillos del mercado.

Ahora vendría el primer condicionante. Zwift tiene implementada esta curva de potencia de forma que relaciona la velocidad que aplicas en el rodillo con la potencia ejercida.
Para saber si la curva de tu rodillo está implementada y lo puedes configurar de forma directa tienes que dirigirte a esta página y consultarlo:


Si no está incluido... no pasa nada, al final del artículo te doy una solución.

A partir de aquí tendrías el segundo condicionante, necesitas un sensor de velocidad que se conecte a tu tablet o PC.

Con estos elementos lo tendrás todo listo para poder usar Zwift y sacarle el máximo provecho.

Una vez que abres la app te pedirá que emparejes tu sensor de velocidad, pulsómetro, sensor de cadencia... los que tengas. Como ya he dicho, sólo es necesario el de velocidad pero el resto te ayudarán a optimizar aún más tus sesiones.

También tendrás que elegir el rodillo que estás usando y poner el selector de resistencia donde te indican en el texto "Use Setting XX" donde XX es la resistencia a fijar. En el caso del Elite Novo Force es la 3.

Desde este momento tu rodillo está perfectamente configurado y te mostrará una estimación de los watios que ejerces de modo que puedes aprovechar todas las funcionalidades de Zwift.

Ahora cuando comienzas a pedalear viene un poco el lío. Creo que lo más fácil es contestar a las preguntas que normalmente nos hemos hecho todos y será más fácil de entender.

1) ¿Cuando cambia el terreno en Zwift tendré que subir la resistencia?
La respuesta es NO. La resistencia siempre se deja fija. Al variar la pendiente, Zwift adapta nuestra velocidad en el juego a la velocidad que desarrollaríamos con la potencia que estamos ejerciendo. Como he dicho ya bastantes veces para que esa estimación sea real NO puedo tocar la resistencia. Para aumentar la velocidad cuando se endurece el terreno tengo que aplicar el mismo principio que en la vida real AUMENTAR LA POTENCIA. Por tanto, tendré que aumentar la cadencia o subir el desarrollo.

2) Al entrar en los workouts o los planes de entreno encuentro que los intervalos no están adaptados a mi nivel.
Esto tiene una solución muy fácil. Realiza uno de los test FTP que tiene el programa. El test FTP es la potencia a la que eres capaz de ir a tope durante 20 minutos corregida por un factor de 0,95. Ese esfuerzo hay que realizarlo tras un calentamiento guiado a través del cual te llevará la propia app. Tras realizarlo este quedará configurado y las sesiones estarán adaptadas a tu nivel.

3) Pero si no se simulan las pendientes no saco provecho a los entrenos.
En absoluto, al estar los entrenos basados en la potencia y esta en principio es independiente del terreno el rendimiento que exige es exactamente el mismo que simulando la pendiente, ¿menos divertido? te puedo asegurar que cuando te acostumbras no lo echas de menos.

4) Mi rodillo no está en el listado de compatibles.
No pasa nada. Elige uno que se parezca en características y deja la resistencia fija de modo que encuentres resistencia pero un pedaleo cómodo. El valor en watios que refleje la app no será exacto pero sabiendo que es una referencia sobre la que trabajar te podrá proporcionar la misma experiencia que uso.

viernes, 28 de febrero de 2020

XXXVI Maratón de Sevilla (23/02/2020)

No puedo más que arrancar esta crónica tirando de tópicos y comenzando con que una Maratón es algo más que una carrera. Es un proceso que comienza 14/15 semanas antes con duros entrenamientos que comprometen tu tiempo, tu dedicación a la familia, tus relaciones personales...


Son semanas duras donde el tobogán de emociones es constante con momentos en los que te comes la prueba y otros en los que la prueba te come a ti.

Camino de mi cajón me encuentro varios amigos. Los voy saludando e incluso pongo cara a alguno que en estos días he conocido en RRSS. Uno de mis momentos favoritos: nervios, compañerismo... y a calentar bien.

Salimos y a los 300m primera circunstancia de carrera (necesito mear urgentemente). Intento convencerme de que sólo son nervios y que pasados unos metros pasaría esa necesidad. Al intentar ponerme a ritmo me acelero y me pongo a 4min/km, si bajo que pongo a 4:45min/km. Sensación de agobio, de que puede que no haya elegido adecuadamente el calzado, que no es el día... le pego una patada a todos esos pensamientos negativos. Vamos por el 3Km y veo que el globo que marca las 3 horas lo tengo a unos 30 segundos. Me centro en intentar ponerme los siguientes kilómetros a 1 segundo por debajo del ritmo objetivo para alcanzarlo un poco después del paso por la Media Maratón.

Con ese objetivo en mente todo empieza a rodar, pero en el 6km comienza de nuevo la presión y tengo que hacer parada en boxes. A partir de aquí la estrategia de carrera tiene que cambiar. Voy más de un minuto y medio por detrás del objetivo. Toca centrarse en coger de nuevo el ritmo objetivo de 4:14 e intentar ir viendo cómo van yendo las fuerzas más adelante.
Seguimos avanzando según lo previsto, mi hermano que me va apoyando en carrera no me va marcando tiempos (probablemente porque sabe que vamos por detrás del objetivo o porque se fía bastante de mi cabeza y del control que suelo tener en carrera).

Hasta el paso de la primera Media Maratón voy disfrutando. Me centro en intentar coger un grupo de ritmo, imposible... voy remontando y no consigo acoplarme a nadie (esto a la larga lo acabaré pagando, no se en qué medida, pero lo pagué).

El paso por la Media Maratón me tira hacia arriba, poco antes me había tomado el segundo gel (sin cafeína). Voy 1:18 por detrás del objetivo pero voy recortando tiempo. Aquí me marco un nuevo objetivo mental: que no pase nada hasta el 30km y a partir de ahí las fuerzas dirán.

Un poco más adelante, por la Avenida de Andalucía mis isquios hacen acto de presencia en la carrera ¡aquí estamos! Daniel se ofrece a buscarme un spray antiinflamatorio pero lo rechazo ¡Voy a por mi objetivo, y voy a conseguirlo! Así vamos llegando al 26km.
Le pido a Daniel que el próximo gel me lo de en el 29 para llegar mentalmente fuerte al 30km.

Poco antes del 30km adelanto a mi amigo Vitorino Running. Mezcla entre alegría por verlo y pena por ver que él tampoco iba a llegar al objetivo cumplido... me digo, vamos Antonio, por los dos...

Y a partir de aquí es cuando comienza de verdad la carrera. Me quito los manguitos, empiezo a apretar los dientes, algunos voluntarios comienzan a animarte por tu nombre (GRACIAS A TODOS LO VOLUNTARIOS, no sabéis lo que eso significa y más a esas alturas...) tengo que llegar, y voy a hacerlo...

En el 36km me desconecto mentalmente, veo que estoy aún detrás del objetivo... y no queda terreno para remontarlo (obviamente las fuerzas van ya demasiado justas para el ritmo que necesitaba imponerme). Pero al pasar por el puente de San Bernardo un bombero me grita... "Vamos Antonio, vamos Antonio, ese es el ritmo a por las 3 horas". Gracias a quien fuera... me dio la vida.

Vuelvo a disfrutar, van cayendo los kilómetros. En la Alameda de Hércules incluso llego a meterme unos segundos en el sonido de la banda que tocaba (llegué a girar la cabeza pero no vi su nombre) puro Black Sabbath que es lo mío.

Avenida de la Constitución... Arco del Sevilla F.C... Choque de manos con Ángel (contador de km)... y el cielo en la rotonda del Cid, mi mujer, mis hijas y mi hermano... bfff (se me vuelven a saltar las lágrimas) choco las manos con ellos y se que ya lo tengo, sigo apretando para dejar mi anterior marca en evidencia (3:14:07) aprieto y paro el crono en 3:01:07.¡Le he metido un hachazo de 13 minutos!

La gloria de la medalla al cuello y mi segunda Maratón completada.